El primer objetivo de formación de nuestros alumnos es el desarrollo de su persona, con valores y actitudes que le permitan convertirse en un ser humano con equilibrio personal, emocional y afectivo. Que crezca con autonomía y con una motivación interna para superarse continuamente y comportarse de forma responsable. Que ha aprendido a tomar la vida con esperanza y moderado optimismo y que es capaz de enfrentar las dificultades con entereza y serenidad.

El alumno del Instituto Loyola debe educarse atento y sensible al conocimiento de la sociedad en la que se desenvuelve, debe desarrollar un sentido de orgullo e identidad nacional, reconocer en su familia, amigos y demás personas la herencia común que comparte en cuanto a idiosincrasia, historia, valores y actitudes que definen el “ser nicaragüense”.

El alumno del Instituto Loyola debe trascender la compresión de sus relaciones más allá de las personas que lo rodean. Debe ser capaz de entender las relaciones e interacciones con el medio y cómo sus acciones pueden influir en él y reconocer el aporte valioso de los demás seres vivos y no vivos hacia su propio bienestar y desarrollo, lo que debe despertar un compromiso hacia su protección.

La finalidad de la educación en el Instituto Loyola va más allá de la adquisición de conocimientos, técnicas o la preparación para una carrera profesional, El fin último de la educación secundaria es el crecimiento completo de la persona, que tenga la capacidad de reconocer las injusticias y le conduzcan a la acción, la cual debe estar inspirada en el espíritu y presencia de Jesucristo; es decir que formamos personas al servicio de los demás.