El Instituto Loyola es un centro educativo católico de la Compañía de Jesús que se inspira en el carisma ignaciano, formando hombres y mujeres para y con los demás a través de una educación integral en comunicación con la familia y la comunidad que los prepara para introducirse en la sociedad y ayuden a transformarla de acuerdo a los valores del Evangelio que nos dejó Jesús.

Nuestro centro es parte de un proyecto educativo macro cuya tendencia educativa católica nace de una experiencia cristiana, se inspira en Jesús, el Maestro y se manifiesta concretamente en valores. Este proyecto se da con dimensiones a nivel personal y sociopolítico, es decir, que se sensibiliza con la sociedad sin que esté inmiscuido en sus procesos políticos. Independiente no significa ser indiferente. Este proyecto es la identidad creativa, la que profesa una creencia y se deriva en una confesión interna para llevarla a la realidad.

Es por eso que promovemos con mucho ahínco la educación en valores positivos y que estos no sean pasivos, en donde la armonía y la complementariedad de los tres ámbitos educativos ACADÉMICO-PASTORAL Y EXTRACURRICULAR se desarrollen cada vez con mayor profundidad y decisión. Esto es el compromiso explícito de trabajar con y por la comunidad desde los valores cristianos. Por ejemplo, educar en la tolerancia no resuelve problemas. Lo idea es educar en los valores del diálogo como camino para alcanzan la tolerancia en un mundo en el que se encuentra la complejidad.

Los valores son los cimientos de nuestra convivencia social y personal. 

• Demostrar iniciativa coraje y responsabilidad.
• Defender la integridad y la verdad con honestidad.
• Ejercitar el trabajo duro con esfuerzo e inteligencia.
• Actuar con perseverancia compromiso y solidaridad.
• Aplicar el respeto a sí mismos, a las personas, las reglas y las instituciones.
• Compromiso y lealtad hacia la Institución y todos los miembros que la componen.

Nuestros Símbolos

Nuestro Escudo

Escudo Solar de Loyola

El escudo del solar de Loyola, ostenta una caldera suspendida con dos lobos rampantes a ambos lados, en campo de plata.

 Los lobos, en heráldica, simbolizan arrojo en la guerra. Se suelen aplicar al apellido López. Conviene recordar que San Ignacio firmó en su juventud “Iñigo López de Loyola”. 

El caldero puede aludir a la desahogada situación económica de los Loyola. El solar de Loyola, aunque menos antiguo que el de Oñaz, gozaba de “mayores rentas y posesiones”.

 Según el jesuita Antonio Arana, quien en el S. XVII exploró los archivos de la familia. Juan I de Castilla concedió a Beltrán de Loyola, en 1377, “dos mil maravedñies de juro de heredad”, pues los señores de Loyola “se emplearon todos en servicios de los reyes de Castilla”. (P. Cándido de Dalmases, S.J.)

Marcha San Ignacio

Fundador sois, Ignacio, y General
de la Compañía real, que Jesús con su nombre distinguió.

La legión de Loyola, con fiel corazón.

Sin temor enarbola a la cruz por pendón.

¡ Lance, lance a la lid, fiero Luzbel;

A sus monstruos en tropel !

De Luzbel las legiones se ven ya marchar y sus negros pendones el sol enlutar.

¡Compañía de Jesús corre a la lid!.
¡ A la lid !

Del infierno la gente no apague tu ardor
que ilumina tu frente, de Ignacio el valor.

Ya voces escúchense de trompas bélicas y el santo ejército sin tregua bátense y alza sus lábaros en la batalla campal,

fiel presagio del lauro bélico y de la paz, del lauro y de la paz.

Nuestra Historia

Escuelita

La «Escuela Loyola» nace en 1946

como una extensión de las obras socio-educativas de la Residencia de Santo Domingo (Casa del Catecismo, Escuela a de Corte y Confección…).

El P. Atucha fue el primer director, a quien pronto le sucede el P. Roque Iriarte, (1952) quien sería el alma y motor de esta obra durante treinta años, y quien le dio un estilo propio y peculiar que marcaría a muchas generaciones.

Ese mismo año, mayo de 1952, se abre la “Escuela Mixta Nocturna Loyola” y comienzan a funcionar dos escuelas paralelas en el mismo local: La Escuela de Varones con unos 550 niños durante el día y unos 440 estudiantes mixtos de diversas edades en la “Escuela Nocturna”.

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31 de Julio de 1969

Como la demanda local crece, se plantea la necesidad de adquirir más terrenos hasta que en 1964 se logra comprar toda la manzana para poder construir un nuevo edificio.

Se comienza la nueva construcción en 1969. El nuevo edificio es inaugurado el 31 de Julio de 1971 al cumplirse los 25 años de existencia y con ocasión de la festividad de San Ignacio y toma el nuevo nombre de Instituto Loyola.

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1976 Primeros Egresados del Instituto Loyola

Desde ese mismo año se comienza la Secundaria.

Este edificio, construido por el Hermano Belamendía, superó la prueba del terremoto del año siguiente, 1972. Al reabrirse las clases, en 1973, el Loyola se convierte en el primer colegio jesuita de Centroamérica que implanta la coeducación, en parte para continuar la tradición de la Escuela Nocturna, que por causa del terremoto se hace imposible su funcionamiento nocturno, y en parte porque la reubicación de la población a raíz del sismo hacía que el alumnado fuera más escaso, ya que estábamos prácticamente en un descampado.

En 1976 egresan ya los primeros bachilleres del Loyola.

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Años de adaptación

En 1978 el P. Iriarte deja la dirección del Loyola por motivos de edad y es apoyado en el segundo semestre por el P. Jesús F. Hergueta. Es el año previo a la insurrección popular y hay mucho movimiento estudiantil. El P. Hergueta asume la dirección en 1979 y también es destinado H. Salvador Álvarez a colaborar como subdirector y el colegio funciona con dos turnos: Primaria por la mañana y secundaria por la tarde. En julio de 1979 asumen el poder los sandinistas que generan cambios en las distintas estructuras de gobierno y que finalmente incidirán en la vida del Instituto.

En 1978 al P. Iriarte, y le sucede el P. Jesús Hergueta a quien le tocó enfrentar los años difíciles de la guerra, ayudado por el Hno. Salvador Alvarez. Años en los que se les fue retirando progresivamente la subvención del Estado hasta tenerse que hacer un centro educativo privado

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La Dirección

Con la marcha del P. Hergueta a Guatemala, la dirección quedó compartida entre el P. Eduardo Cuadra para la Primaria y el P. Richard Vélez para la Secundaria. Hasta que el 1997 es nombrado Director el P. Antonio Ocaña, conocido cariñosamente como P. Chicho, quien dirige el Instituto durante un trienio.

Desde el 2001 asumió la dirección el Lic. René Arce, anterior Subdirector de Secundaria y quien había trabajado durante muchos años en el Loyola así como en el Colegio Centroamérica.

A partir del año escolar 2011, la dirección del Instituto quedó a cargo del P. Fidel Sancho Bratos, S.J.

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En los últimos años

Con la marcha del P. Hergueta a Guatemala, la dirección quedó compartida entre el P. Eduardo Cuadra para la Primaria y el P. Richard Vélez para la Secundaria. Hasta que el 1997 es nombrado Director el P. Antonio Ocaña, conocido cariñosamente como P. Chicho, quien dirige el Instituto durante un trienio.

Desde el 2001 asumió la dirección el Lic. René Arce, anterior Subdirector de Secundaria y quien había trabajado durante muchos años en el Loyola así como en el Colegio Centroamérica.

A partir del año escolar 2011, la dirección del Instituto quedó a cargo del P. Fidel Sancho Bratos, S.J.

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Parte de una Gran Familia

Parte de FLACSI, ACOSICAM

Un Colegio Jesuita ofrece un programa académico distinguido, diseñado para desafiar a los alumnos a alcanzar su plena capacidad. Por esta razón nuestros objetivos educativos se pueden resumir en estas afirmaciones emblemáticas de los más recientes Superiores Generales de la Compañía de Jesús:

• “Formar hombres y mujeres para y con los demás, dentro de un contexto de humanismo cristiano.” (P.  Arrupe. S.J.).
• “Personas que sean: competentes, conscientes, compasivas y comprometidas.” (P. Kolvenbach & P. Sosa. S.J).